Siente la Navidad y llénala de lo que tú desees: una mesa abarrotada o íntima… Luces de colores o una vela… Muchos brindis con cava o abrazos y besos sin alcohol… Come turrón. O no. Y ríete sin parar, dejando que tus arrugas se diviertan… Relájate y no olvides que…